Este guión lo ire produndizando en el tiempo hasta producirlo y dirigirlo personalmente, pero queda claro que el autor de este guión e idea original es ARIEL DURANBOGER BASCOPE (Pasiolico)
BÁRBARA
0.
Pável, juega en
las noches a ser un vampiro de experiencias. Recorre la urbe y sus antros en busca de seda y encaje. Tiene un
magnetismo que atrae, envuelve y condena. El humo y el alcohol son dieta para la bohemia de este vagabundo de la
noche, vagabundo de sentimientos y fantasma en fuga al alba.
1. Noche / ext / Centro de La Paz a Int / garzonier
de Pável
Pável, acelera
el paso, el crepúsculo dura tan poco y su silueta contrasta con las viñetas paceñas en el horizonte de un
pavimento taciturno y abandonado. Ya es tiempo, hay que llegar a casa (su cueva); la noche fue buena, las
ansias se calmaron hasta que la luna vuelva a elevarse. El eco de la fiesta, retumba
en su mente, mientras sus manos ponen ritmo al encuentro carnal con su
víctima, aquella que despertará a su lado y se marchará mientras Pável desayuna el humo del tabaco.
Mujer:
Pável:
2. Amanecer
a Anochecer / Ext / La Paz
La ciudad (La Paz),
reproduce su cotidianidad, calles que fluyen aceleradas, congestionadas,
combinando la rusticidad colonial,
la tradición andina y el amanecer hacia un anochecer con el desordenado
toque de modernidad y luz artificial que brilla entre adoquín y asfalto modular.
El crepúsculo mortal, se torna de celeste (bolivarista) a violeta
oscuro y concluye con el luto destellante del neón metropolitano.
3. Noche / Int
/ garzonier de Pável
La oscuridad ha
llegado otra vez y para Pável, es hora de abrir las espesas y sanguinolentas cortinas de su habitación, esas que lo
protegen del luminoso día. Su silueta
vampiresa toma forma con el trazo del humo
del cigarrillo que surge entre sus dedos, esos que continúan llenando el cenicero apelmazado de alquitrán,
cenizas y colillas con el logotipo
equino del Derby Rojo.
4. Noche /
ext a int / Equinoccio
Un brazo tatuado,
abre las puertas del Equinoccio, un
pub tradicional paceño, donde la plebe disfruta del marcado rock, de triste blues y la fusión moral. En
medio de una esnobista y reciclada decoración.
La servidumbre del boliche: mueve
sillas, barre tabaco, pule barra y cablea sonido, ¡esta noche habrá banda en vivo!
Diego, el
segundo al mando, dueño del tatuaje, se sirve un ron y con una sonrisa tras sus
gafas raibanizadas, despotrica por
banalidades mientras escanea el actuar
de la servidumbre, disfrazada
como artistas de circo callejero.
Diego (imponiendo órdenes a los empleados del pub):
El celular suena y Diego, reporta a Limberth
(dueño del antro).
Diego:
Limberth:
El cartel externo
de
panaflex se enciende, muestra la
cartelera musical, la gente comienza
llegar y las copas, baldes y ceniceros comienzan a llenarse. Se escuchan
sonrisas, música, copas.
El seguridad desliza sus manos sucias para revisar las
curvilíneas de las adolescentes decoradas que pretenden entrar al pub.
Seguridad:
Chica 1:
5. Noche /
int / garzonier de Pável
Pável, en su habitación, apaga el
cigarrillo en el cenicero. Decidido, se cubre con su gabardina oscura y
vampiresa; cierra la puerta. Sus botas bajan una gradas rechinantes con paso
acelerado. Nuevamente su silueta gótica recorre callejones nocturnos de La Paz.
6. Noche /
Int / Equinoccio
El tecno intelectual de la banda en vivo; suena en el
Equinoccio, brazos en alto, muchedumbre casi ebria y agitada. Destellos en el
escenario.
6.A. Noche
/ Ext a Int / Equinoccio
Pável, ingresa sin trámite, parece
dueño de la noche, lleva consigo esa mirada incógnita, que es anzuelo para dos
chicas que pronuncian sus escotes para dejar ver sus tatoos. Pável las ayuda a entrar y en el pasillo, sigue su rumbo
como si nunca en la vida las hubiera visto. Ellas lo siguen detrás como edecanes
de un inmortal.
Pável:
Chicas (coqueteando):
Seguridad:
7. Noche /
int / equinoccio
La noche a seguido su curso, las últimas almas, salen del
Equinoccio, tambaleantes y divertidas.
Diego (mareado) apaga las luces, se despide de Limberth, que está tras la barra, contabilizando
caja. Frente a él, al otro lado de la barra, esta su viejo amigo y cliente: Pável,
juntos son complices del sarcasmo y las carcajadas, esta noche Pável, no espera nada más.
Diego
(mareado, se despide de ambos):
Pável:
Limberth:
8. Noche /
int / equinoccio
Las luces están apagadas y queda un haz siluteante por el humo
de 2 cigarrillos, en la barra. Suena suavemente, de fondo “Tumbas de la Gloria,
de Fito Paez”, el sonido digital, acompaña las risas con eco de los anclados
amigos.
Alguien toca la puerta. Pável quiere ir abrirla, Limberth le
dice que no.
Limberth:
Fantasmalmente la música se calla y el ambiente toma una
atmosfera atemporal, multi dimensional. En el fondo se escucha el quebradizo
abrir de la puerta, el taconeo sensual de una mujer. Ambos dirigen la mirada
hacia la entrada. No hay nadie, un silencio sepulcral se apodera del ambiente. La
puerta está abierta, Limberth aparece
al lado de la puerta de calle, saca la cara por la rendija, escanea la calle,
no hay nadie. Cierra la puerta y voltea hacia la barra. Pável ya no está.
Limberth camina
sigiloso hacia la barra, sorpresivamente, Pável
sale del baño, tarareando elegantemente el eco rave de la noche. Son las
4 de la mañana. La música comienza a sonar nuevamente, con un desgarrado sonido
de vinilo añejo los parlantes emiten “Solo queda” (versión Bumburi – Janet).
Ambos se miran extrañados. Sobre el mesón del bar, el sonido de una moneda girando
(doblón español, de oro) combina con el estribillo de la canción de fondo.
Una voz femenina (con acento español), pide un trago a Limberth:
Bárbara: majo, sírveme un carbono 14…
El tiempo retrocede unos segundos, Bárbara; lanza la moneda desde cinco pasos alejada de la barra. El doblón cruza el aire, este cae y gira sobre la
barra, como si antes no hubiese estado sobre el mesón. El recorrer en el aire, en cámara lenta del doblón español;
deja relucir los detalles estéticos
de tan bella aparición, mientras Bárbara,
se dirige hacia Pável y Limberth:
tacos, piernas, cabello, senos, manos, bisutería... ojos (azul caribe). Antes de que Barbará llegue a la barra, Limberth, ya ha servido el trago, su color es azul burbujeante, como el curasao de los ojos de Bárbara. Esta listo sobre la barra, Bárbara toma la copa y la dirige a sus
labios. Limberth, también ha servido dos tequileros con las
sobras de la licuadora, uno para él,
otro para Pável. Brindan extrañados y secan el licor al ritmo lento en el
que Bárbara se sirve el primer sorbo
de su copa. Todos apoyan las copas en la mesa al mismo tiempo… el doblón,
termina de girar y se detiene sobre la madera añeja del mesón.
Limberth: Disculpa,
ya está cerrado.
Bárbara: Me parece
que media copa dice que aún me quedan unos minutos.
Limberth y Pável, se miran extrañados. Pável, guiña el ojo a Limberth.
Mientras coge la moneda, la observa y al ver que es de oro, Pável motiva a
Limberth a que juego continue:
Pável: bueno con
esto, creo que tienes derecho a un par de copas y, quien sabe; que más.
Bárbara:
Pues
vale, va por los tres, por la noche y quien sabe… que más. Sírveme otro.
Pável, toma la licuadora, realiza una mezcla nueva, se ve el
detalle del proceso; llena la copa de Bárbara y los tequileros de Limberth y el
suyo.
Pável:
Salud!!
Limberht:
qué
más da! Una noche más.
Todos
en coro: Salud!!
Secan sus tragos.
9. Noche /
int / equinoccio
Las horas transcurren al son de vinilos
añejos y risas. Las ansias de Pável por Bárbara, crecen con cada sorbo del
Carbono 14. La sensualidad y magia de Bárbara se apodera de la atmosfera.
Limberth sobra en la escena y la conexión entre los nuevos amantes (Bárbara y Pável)
es fuerte, sexual y peligrosa… la mente de Pável desvela un djavu carnal con Bárbara, uno tan real e
hipnótico donde el vampiro (Pável) se convierte en víctima de aquella aparición
de cabellos de oro.
9.B. Noche
/ int / equinoccio
Por una rendija comienzan a entrar los primeros rayos de sol, el
alba se levanta y con ella la tonada de un ave matutina poco a poco sube de
volumen y se funde con la música. Pável, que sigue divagando entre
alucinaciones toma noción de la realidad. Está abrazado a Bárbara y al
percatarse del canto del ave, se voltea hacia la barra, donde observa a Liberth
dormido.
Es cuando por la rendija en la que se escurrían los primeros
rayos de sol, ingresa un pequeño ave de color azul, y se posa junto a la copa
de Carbono 14 de Bárbara.
La copa que estaba llena, misteriosamente se vacía. Pável
observa a la alada aparición, la siente tan cercana, tan natural y silenciosa.
De pronto el ave echa vuelo y sale del antro y con ella la música se esfuma, Bárbara
se desvanece entre los brazos de Pável y,
la puerta de calle se abre, como si una brisa fantasmal la hubiese atravesado.
Pável queda mustio y desorientado, corre hacia Limberth quien ya
está despierto y también ha percibido el extraño final de la velada. Ambos se
miran, son presas del miedo y la sorpresa: no hay copas cérvidas, no hay música
y la puerta de calle suena al vaivén de las bisagras oxidadas.
Pável: Viste
eso?, dónde está? La tenía entre mis brazos. Quién es?
Limberh: Yo solo
quiero irme, esto, esto fue muy extraño.
Pável: debo saber quién es, quizás la alcance…
Limberth: si
quieres verla de seguro volverá pronto. Pável, ven a dónde vas.. Pável...
10. día
(amanecer) / ext / calles de Sopocachi La Paz
Pável, sale corriendo, se siente
desorientado y cegado por la luz del amanecer. Corre, camina, deambula por las
calles aledañas buscando a Bárbara. La ciudad comienza a acelerar y él (Pável)
se mueve en cámara lenta.
11. noche /
int / garzonier de Pável
Más tarde, Pável despierta en su habitación, agotado, como si
todo hubiese sido un sueño. En su mente retumban las notas de la música (hey
you de Pink Floyd). Busca un cigarrillo, lo enciende, abre las cortinas y ya es
de noche, el reloj marca las 23:00, toma su abrigo y sale apresurado hacia el
pub.
12. noche /
int / Equinoccio
En el Pub, una nueva noche sigue su curso: personeros del pub,
música en vivo, comensales. Diego está tras la barra, cumpliendo sus funciones
de administrador. Limberht conversa con alguien. Cuando ve que Pável entra al
pub. Limberh se pone tras la barra, para servir tragos. Pável se acerca a él.
Pável: la viste? Vino hoy?
Limberth: cómo es?! Hasta ahora no, no la vi.
Pável: cuéntame quien es ella?
Limberht
(le ofrece una copa de Carbono 14): quieres tomar algo?
Pável: (sonríe) dale, salud…
En ese momento alguien se acerca a la barra y le pide un trago a
Limberth, este se escusa ante Pável y atiende al cliente.
Pável toma el Carbono 14 y, mientras sorbe el vaso, ve en el
reflejo del vaso una rubia que pasa detrás de él, es Bárbara.
Inmediatamente se voltea y trata de encontrarla entre la gente.
Ve que la rubia se voltea entre tanta muchedumbre y lo observa directamente y
sigue caminando a través del pasillo, ella va ingresando en lo profundo del
pub.
Pável, termina el trago de un solo sorbo y se dirige hacia ella.
Limberth lo ve partir. Pável, la ve perderse entre la multitud. Barbará ha
ingresado en el baño de mujeres. Pável se dirige apresuradamente hacia la
puerta, un par de amigos retrasan su paso al saludarlo. Pável no responde el saludo y continúa
hacia la puerta del baño.
Llega a la puerta del baño de mujeres, ve hacia todos lados para
verificar que nadie lo verá entrar.
Quiere girar la perilla y está cerrada.
Pável: anda abre, soy Pável…
La puerta se abre. Sale una pareja
de chicas riendo, no prestan importancia a la presencia de Pável y pasan de
largo. Pável entra.
Pável entra en el baño. Es un baño pequeño y rustico, no hay
nadie en él.
Se escucha la música del pub de fondo.
Escanea todo el cuarto, el grifo se abre solo y comienza a
brotar agua, Pável se queda hipnotizado ante el espejo, se ve así mismo, y
detrás de él, en el tapiz de la pared posterior, observa un pajarillo azul. El
agua sigue fluyendo.
Se volta y al acariciar el ave del tapiz con las manos, este
cobra vida. Y comienza a revolotear en la pequeña habitación.
Pável se asusta.
Limberth, busca a Pável, lo había visto ingresar al baño.
Nota que hay agua escurriéndose por la puerta del baño. La
puerta está cerrada. Toca la puerta.
Limberh: Hola, hay alguien ahí? Pável?, Pável?!
Nadie contesta, abre la puerta.
Entra y no hay nadie. Cierra el grifo.
Sale y llama a un empleado para que
limpie el piso lleno de agua.
Retornamos al baño, la música ambiente del pub continua. El agua
sigue fluyendo. El pajarillo sigue revoloteando
Luego la avecilla se asienta en las manos de Pável.
Pável se queda mirándolo y de pronto el ave se funde con el
espejo y desparece.
Hay silencio, no se escucha la música de afuera.
La puerta del baño se abre.
Pável,
sale. La tonada del ave se escucha, esta se funde la música; la gente sigue
bailando, rostros felices, exorbitados, cuerpos en ebullición, baile, luces de
flash, brindis.
Pável atraviesa el salón como si nadie lo viera. Bárbara vuelve
aparecer, esta vestida de azul. Pável la sigue hasta la cocina, donde hay una
puerta que da a una habitación que sirve de depósito, oficina y dormitorio de
Limberth.
Bárbara ingresa, inmediatamente Pável. Se encuentran y comienzan
a besarse:
Pável: que está
pasando, quién eres?
Bárbara: calla,
aquí estoy, no es eso lo que querías?
Bárbara lo besa románticamente, luego lo empuja hacia la cama y
parada frente a él, comienza a desnudarse lentamente. Detrás de Bárbara
aparecen dos siluetas oscuras y robustas de aspecto indígena.
Pável, quiere pararse para enfrentar a las siluetas, pero estas rápidamente se
acercan a él y lo toman sus manos, como si fueran cadenas que impiden que Pável
pueda moverse. Pável quiere gritar, pero no hay voz que brote de él.
Bárbara, con la mirada indica a las siluetas que sujeten con más
fuerza a Pável. Ellá, ya desnuda, se acerca a la cama y como gata al asecho se
sube sobre Pável y lo fornica.
Pável, trata de liberarse sin resultados, se rinde ante Barbará
y se deja llevar por el acto.
Luego de que Bárbara llega al clímax, lo besa sensual y
suavemente, se levanta y bruscamente Pavel aparece boca abajo. Los espectros ya
no lo sujetan, pero Pável no puede moverse.
Bárbara da una orden a los espectros, y estos comienzan a latiguear
la espalda a Pável. No se ven látigos, pero las marcas de los latigazos
comienzan a marcarse en la espalda de Pável, el siente mucho dolor, no se
escuchan sus gritos. Bárbara sale de la habitación desnuda y, con ella la
cámara. La puerta se cierra.
Un subjetivo de Bárbara a traviesa todo el pub.
Queda un eco profundo de la música del pub que se funde con el
canto del avecilla.
Nuevamente el alba resplandece y con los primeros rayos de sol,
el pajarillo, aparece volando desde la calle y se poza en una pequeña ventana
sobre la cama en la que Pável yace desnudo boca abajo. Los espectros se han desvanecido.
Pável despierta exaltado y se levanta rápidamente, está muy adolorido, no existe
rastro de sangre en su espalda, los latigazos han cicatrizado.
Pável, toma su camisa y ropa, intenta abrir la puerta, pero está
cerrada.
El pajarillo entona su canto, Pável percibe su presencia, voltea hacia él y este emprende vuelo hacia
la calle.
La puerta se abre, Pável sale despavorido.
Atraviesa el pub que está vacío, salvo por una mesa en la que
los empleados del Pub junto a Limberth disfrutan de sus últimos tragos.
Limberth (algo
ebrio): Pável, que paso? Pensé que te habías ido, jajaja, parece que acción no
te falto, Anda quieres un trago?
Pável: debo
salir de acá, déjame salir!
Pável hace a un lado a Limberth y tropezándose sale del pub,
dejando la puerta abierta.
Límberth va tras él y cierra la puerta.
Limberh: Estás bien? Dónde vas?... baah
colos de mierda.
Límberth cierra la puerta.
Los días han pasado, Limberth extraña la presencia de Pável en
el pub.
Lo llama a su celular y no recibe respuesta, deja un mensaje.
Limberth: Hey
hermano, soy Limberth, donde estás? Esta noche habrá una buena movida en el
pub, espero vengas o al menos llama, Rocio estuvo preguntando por ti.
Al no recibir respuesta, Limberth,
decide ir a buscar a Pável a su cueva.
Limberth aparece en la puerta del cuarto de Pável, toca la
puerta. Nadie contesta.
Limberth: Pável,
soy Limberth, vamos, sé que estás ahí, anda abre, púedo sentir el olor del
tabaco.
Pável parado al otro lado de la puerta no dice nada.
Limberh insiste toca la puerta un par de veces más, no hay
respuesta:
Limberth: Escucha,
debo contarte sobre Bárbara, así se llama la mujer que te hizo esas marcas…
cuando estés listo búscame, tengo un recado de ella.
Pável, no abre, se queda congelado al pie de la puerta. Sus
manos están sucias, con tinta y lápiz.
Se ve en el cuarto dibujos de Barbará, del ave azul y los
espectros.
Es media noche, Pavel no aguanta más el encierro, sale a las
calles nuevamente y siente que tras de él, ambos espectros lo persiguen.
Paranoico llega hasta el Pub, donde la noche sigue su curso.
Pável se acerca a Diego:
Pável: donde está el LImb, necesito hablar con él.
Diego: hey, que bueno verte… está en la
mesa del fondo. Te sirvo algo?
Pável: si dame
algo fuerte por favor, estaré con Limberth, gracias.
Mientras Pável habla con Diego ve
entre la gente a los espectros. Pavel, esquivo y temeroso, se dirige hacia
Limberth.
Limbeth, ve que Pável se acerca y despide a la gente que está
consigo.
Limberth: ven, que
bueno que viniste, siéntate, quieres algo de tomar?.
Pável
(nervioso y observando a todos lados): si ya me traen un drink, invítame
un cigarro… Limberth, necesito hablar contigo, cuéntame que es eso de Barbará, así
se llama? Que sabes de ella? Que lo que querías decirme?.
Limberth: vamos
tranquilízate…
Mesera: Hola
Pável, Diego les manda unos Carbono 14.
Limberth: gracias
linda. Anda Pável, sírvete un trago (le da un vaso a Pável).
Pável: anda
cuéntame, que sabes de ella. Es una locura, no dejo de pensar en la rubia, quién
es? Porque no puedo sacarla de mi mente…?
Limberth: está
bien, escucha… anda toma tu trago, lo que te contare es difícil de creer, pero
esto es lo que averigüe. Hace mucho, hablo de la época de la colonia, Esteban era
un potentado español, que llego a La Paz…
La Paz colonial / día / Esteban
caminando en las calles
Voz off de
limberth: desde España. Trajo consigo mucho dinero a establecer negocios y
atender encargos de su futuro suegro.
El estaba
comprometido a casarse con una bellísima señorita española, de muy buena
familia.
El plan era
que una vez acrecentada la fortuna del futuro suegro el regresaría a España
para consumar el matrimonio.
Pero la
distancia, los negocios, el fácil acceso
al dinero y la vida social y nocturna hicieron que Esteban, poco a poco se
olvidara de su misión y comenzó a llevar una descarrilada vida nocturna:
fiestas, dados, mujeres, mujeres de la alta sociedad con quien jugaba una y
otra vez hasta dejarlas devastadas emocional y económicamente.
El tiempo
pasó y con él la lista de conquistas creció y su dama seguía esperándolo.
Hasta que
un día ella llego a La Paz.
Tardo días
en encontrar a Esteban, pues el había viajado con una señorita a una Finca en
los Yungas.
Cuando
regresó, su prometida lo esperaba en una casa no muy lejos de aquí, en
Sopocachi, la casa de su padre.
Al llegar
Esteban, el encuentro fue sorpresivo. Esteban estaba feliz y excuso su ausencia
por razones de negocios.
La muchacha
ya se había enterado de sus traiciones, despilfarro y mentiras. No dijo nada y fingió
la misma alegría que Esteban sintió al verla.
Tiempo después,
ella despechada, busco el consejo de un Yatiri, quien hizo un amarre a Esteban,
hechizo que enloquecería de amor a Esteban. El efecto no tardó en dar
resultado. Esteban, cambió radicalmente, de la noche a la mañana solo podía
pensar en su amada, estaba locamente enamorado de ella.
Sin embargo
esta hermosa mujer de ojos azules como el caribe, comenzó a salir con otros
hombres, a tratar despectivamente a Esteban, corto los fondos que el
administraba y en poco tiempo lo hecho de su casa. No suficiente con eso, la
despechada mujer, contrato a dos indios que la acompañaban a todas partes y
evitaban que Esteban se acerque a ella.
Una noche,
ella fue a buscar a Esteban a una cantina donde ahogaba en licor sus mala
fortuna y desamor. Esteban, al verla exige explicación. Ella tiernamente lo
toma entre sus brazos y lo lleva cerca de donde hoy es el puente de las
américas, donde de manera sádica rompe definitivamente el corazón de Esteban,
quien al verla alejarse, salta al vacío. Dicen que por ello hoy en día son
muchas las almas enamoradas que brincan al asfalto del Poeta.
Desde esa
noche, aquella viuda azul, dedica su vida y muerte a atormentar a aquellos
hombres que juegan con el amor de las mujeres, hasta quitarles su corazón y
destrozarlos en vida.
Noche /Pub / Limberth y Pável conversando:
Limberth: ella, esa
mujer llamada Bárbara, una rubia española, de aojos azules y apariciones
estimulantes hoy recorre el Sopocachi de antaño conquistando a los Esteban de
hoy.
Pável: deja de
joder, crees que esa basura tiene coherencia… me dices que un fantasma de hace
doscientos años se ha encaprichado conmigo.
Limberth: acaso
esas cicatrices que llevas en la espalda que te dejo el látigo de dos
espectrales indios son un sueño.
Pavel: qué quien
te conto eso?
Limberh: yo lo sé,
yo lo he vivido…
Limbert muestra sus propias cicatrices.
Pável: pero, si
esto que dices tuviera un mínimo de realidad, acaso no estarías muerto, no habrías
saltado a un suicidio de despecho y paranoia.
Ese momento, Barbará se materializa al lado de la mesa y con un
beso dominante, largo y apasionado saluda a Limberth.
Pavel queda frío y abatido.
Limberth: Salud, por los amantes de la
noche, por que la esperanza hoy tiene nombre, salud por Pável, el cazador
casado.
Pável: que quieres decir…?
Bárbara toma un sorbo del Carbono 14, se acerca a Pável y con un
beso hipnótico entrega el elixir en los labios de Pável.
Bárbara: amor, tu
tomaras el lugar de Limberth, tu dejaras tu corazón en mis manos.
Limberth, se abre la camisa y deja ver que un oyó profundo y
cicatrizado en su pecho comienza a llenarse, mientras que en el pecho de Pável
un ave azul se desprende y vuela hacia los ojos de Bárbara, dejando un oyó
similar en el pecho de Pável. Quien al querer darle un golpe a su amigo es
retenido por la silueta de los dos espectros.
Limberth se levanta, lanza sobre la mesa las llaves del pub y se
va. Barbará se sienta frente Pável y pide dos carbonos 14.
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