Hoy me siento a escribir,
a jugar con el tintero percudido
a preguntarme, ¿hay algo ahí?
¿alguien está en mí?
Tengo la carne adormecida,
la garganta quebradiza,
un velo en la mirada
y la soledad como compañera.
Hoy siento que la sangre explota,
que acumula torrentes fantasmales
remordimientos innecesarios
y deseos que perturban.
El horizonte es convexo,
se une con el cielo
se dispara al universo
se alucina ante crepúsculos muertos.
Pero hoy,
me siento pequeño:
Iluminación?
Consuelo?
Anhelos?
foto y verso:
Ariel Duranboger B.
PASIÓLICO
julio 2014
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